Algo de otro tiempo (que más de un empecinado en ponerle nombre a las cosas llamará "mística") se filtró, atravesó el zaguán y quedó atrapado en el patio de esta vieja casa chorizo que ni se enteró de la cantidad de edificios que se construyeron alrededor.
Y encontró su cauce cuando empezaron los primeros ensayos y talleres, arreglamos y pintamos paredes, abrimos el bar, colgamos tachos, pusimos gradas, armamos la cabina de luz y sonido, pintamos un mural, y empezó a venir más gente, más talleres, expos, ciclos, lecturas de poesía, obras de teatro, proyecciones, shows de música, gente que venía a ensayar, que venía a estudiar, gque venía mostrar lo que hacía, gque sólo quería tomar una pinta de cerveza artesanal, o comer algo rico, o hablar con amigos, o festejar su cumpleaños, o tener una cita, o estar con otros y no hablar con nadie...
Y así fuimos creciendo y definiendo nuestra identidad, en plena diversidad del barrio del abasto, como un espacio que ofrece la posibilidad de disfrutar tanto de espectáculos de artistas emergentes como de buena gastronomía.